La insulina y el culturismo



La insulina y el culturismo



Sube de volumen muscular
limpio controlando la
insulina.  
                             

En culturismo y fitness 
las palabras que lo definen 
son esfuerzo para realizar
entrenamientos de alta 
intensidad y sacrificio 
para llevar una dieta, 
suplementación 
y el suficiente descanso.

Pero hay una cosa muy 

importante que no debemos 
olvidar y que juega un papel importantísimo en nuestro 
cometido, nuestra insulina

Si queremos coger masa muscular sin grasa debemos controlar esta hormona.
La insulina es una hormona "Anabólica" por excelencia: permite disponer a las células del aporte necesario de glucosa para los procesos de síntesis con gasto de energía. De esta manera, mediante glucólisis y respiración celular se obtendrá la energía necesaria en forma de ATP. Su función es la de favorecer la incorporación de glucosa de la sangre hacia las células.

La Insulina, a veces será nuestra amiga, pero otras enemiga. Quizás sea más anabólica incluso que la hormona de crecimiento, el problema, es que es anabólica tanto para ganar músculo como para ganar grasa. Simplemente, se ocupará de temas relacionados con la glucosa, su secreción y almacenaje.


La insulina es la que transporta todos los nutrientes a las células musculares,
este almacenaje de glucógeno mejorará nuestro rendimiento y recuperación. 
Pero a la vez es capaz de evitar la activación de enzimas que degradan triglicéridos almacenados en ácidos grasos libres, que pudieran ser utilizados 
y así, perder la grasa.
Los procesos que se dan para que nosotros reduzcamos nuestro tejido graso, sólo se dan en ausencia de la insulina, así que cuando esta hormona está presente, esta serie de procesos no ocurrirán.



La insulina se libera cuando los niveles de glucosa sanguínea se elevan después de una ingesta de carbohidratos. La hormona transporta glucosa al interior de las células, donde se utiliza para producir energía o almacenarla como glucógeno.

Los azúcares simples, con un índice glucémico alto, son absorbidos rápidamente por torrente circulatorio, causando una liberación rápida de insulina. Esta sobreproducción hormonal hace que algunos carbohidratos se depositen como grasa en lugar de almacenarse como glucógeno.



La relación insulina/glucagón en el organismo determina si ganarás o perderás peso. Se puede controlar esta relación ajustando las proporciones relativas de proteínas y carbohidratos en la dieta.

El glucagón produce el efecto opuesto a la insulina. Se libera cuando la glucosa sanguínea está baja, generalmente varias horas después de una comida.
En respuesta a los bajos niveles de glucosa en sangre, el glucagón convierte el glucógeno almacenado en glucosa. Debido a que el organismo se encuentra bajo en carbohidratos, esta hormona también le indica que comience a quemar grasa para producir energía.



- Cuando los niveles de glucosa son altos, la insulina se encargará de almacenar este exceso en el glucógeno muscular o hepático. 
- Cuando estos niveles son bajos, lo que conseguimos es que el organismo obtenga la energía necesaria de los depósitos grasos.


Sensibilidad a la insulina

El problema con la insulina es que sus niveles en sangre no son estables y que se ve afectado por nuestra alimentación diaria. El término “sensibilidad a la insulina” se refiere a la capacidad que tiene el organismo de una persona para obtener los niveles adecuados de esta hormona en la sangre con el fin de metabolizar los carbohidratos en glucosa, que es prácticamente energía pura para el músculo. 

Altas cantidades de insulina dentro de nuestra corriente sanguínea, significa que cada vez que consumamos alimentos que contengan hidratos de carbono (pasta, pan, patatas, avena, etc.), estos se conviertan en glucosa lista para darle la energía necesaria para el próximo entrenamiento. 

Pero por otro lado, los niveles bajos de insulina conducirán al almacenamiento de grasa, ya que la glucosa no podrá ser transformada en energía y en última instancia, dará lugar a la falta de esta o, peor aún, algún tipo de diabetes.

Después de describir este proceso, se puede comprender perfectamente cómo 

la insulina es más que importante para obtener y ganar masa muscular, e imprescindible para mantener las pilas llenas de energía.



Como mantener estables los niveles de insulina


Consumir carbohidratos de calidad y bajo indice glucémico

No todos los hidratos de carbono promueven el equilibrio de la insulina. 

Es preferible consumir los que no son refinados, los fibrosos y almidonados,
es decir: Patatas, arroz, pasta, pan integral, avena y verduras.

Evitar: los azúcares, los dulces, el pan blanco etc.

Los carbohidratos de alto indice glucémico como las frutas, azúcar, miel ,solo están permitidos por la mañana, antes y durante el entreno y la parte mas
importante, durante la ventana de la oportunidad nada mas terminar nuestra 
sesión de  entreno. 

Tomar pocos carbohidratos a ultimas horas del día y ninguno antes de irse
a dormir.

Grasas saludables

El aceite de oliva, las nueces, las almendras y por supuesto el aceite de pescado son el tipo de grasas que le ayudará a aumentar su sensibilidad a la insulina y formar músculo magro.

La perdida de grasa

Si tienes un alto porcentaje de grasa corporal, te encontrarás con algunas dificultades para convertirte en sensible a la insulina, al menos al principio. Sin embargo, a medida que avanza la pérdida de grasa, tu metabolismo mejorará día a día y se optimizarán los niveles de insulina.

Culturismototal: Eduardo Dominguez

Actualmente hay muchos atletas inyectándose insulina pero esto

es una práctica muy peligrosa que explicaremos en otro artículo.



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