Vitamina E


Vitamina E                                     

La vitamina E, es un poderoso antioxidante, 
es esencial para nuestro organismo, ayuda 
a proteger los ácidos grasos de nuestro 
cuerpo y a mantenernos sanos frente a 
algunas enfermedades. 

Por sus propiedades ha sido conocida como 
la vitamina de la vida y la juventud, pues 
ayuda a combatir el envejecimiento de las 
células, favoreciendo la apariencia de la piel 
y el cabello, aunque los beneficios de la 
vitamina E van mucho más allá.

Quizás el beneficio más conocido de la 
vitamina E, es su poder antioxidante y por lo 
tanto ayudar a proteger a nuestras células de 
los compuestos tóxicos que ingresan a nuestro organismo, combatiendo los radicales libres que causan la degeneración de los tejidos.

Su efecto sobre el sistema inmune está comprobado, pues aumenta la producción de células de defensa y la respuesta celular ante alguna infección, siendo un gran aliado cuando se trata de enfermedades virales.

La vitamina E ayuda en gran medida a una cicatrización adecuada, pues fomenta la formación de fibras elásticas y de colágeno, siendo particularmente beneficiosa en el caso de quemaduras. De este modo, si has estado tomando el sol y se te ha ido de las manos, podrás reducir los efectos del sol a través de este nutriente; sin embargo, esto no restará importancia al uso de cremas y protectores solares.

Esta aliada protege las membranas biológicas de los nervios, los músculos y del sistema cardiovascular, además prolonga la vida de los glóbulos rojos y cumple un papel esencial ayudando a nuestro organismo en la absorción y uso de la vitamina A. Y es que nuestras células usan la vitamina E para interactuar entre ellas, por lo que ejerce una función elemental.

Algunos órganos reciben directamente las propiedades de la vitamina E, por ejemplo el pulmón pues disminuye los efectos nocivos del humo del cigarrillo, el hígado haciendo lo mismo con los efectos del alcohol, en el corazón ayuda a prevenir problemas coronarios por presión sanguínea y colesterol altos y en nuestro cerebro pues combate la degeneración celular.

Además de todo lo anterior, la vitamina E es conocida por ser un buen diurético y de favorecer a quienes sufren de problemas de circulación, disminuyendo los calambres y la pesadez pues protege nuestro cuerpo de la oxidación. Del mismo modo, puede ayudar a las personas diabéticas a la hora de regular sus niveles de azúcar, aunque si un diabético decide tomarla debe consultar antes con su médico.

Dosis

Para la gente con gran estrés oxidativo como los deportistas, la suplementación con vitamina E puede ser muy beneficiosa, aunque tampoco debemos tomarla siempre, si no en ciclos, por ejemplo uno o dos meses de toma por uno de descanso, y la dosis entre 200 y 400 UI serán suficientes. 


Vitamina E y seguridad

Se han notado pocos efectos secundarios en adultos tomando suplementos de menos de 2.000 mg de vitamina E natural o sintética durante una semanas o pocos meses.

Los efectos secundarios que resultan de una suplementación a largo plazo con vitamina E no han sido estudiados adecuadamente. La posibilidad más preocupante es la coagulación deficiente de la sangre, que podría incrementar la propensión a las hemorragias de algunas personas.

Algunos médicos recomiendan interrumpir la suplementación con altas dosis de vitamina E un mes antes de una operación quirúrgica electiva para disminuir el riesgo de hemorragias.

Los bebés prematuros parecen ser especialmente vulnerables a los efectos adversos de la suplementación con alfa-tocoferol, que sólo debería administrarse bajo la supervisión de un pediatra.

Según una revisión de estudios realizada en EE. UU. de 2013, existen mecanismos biológicos para eliminar de forma regular los posibles niveles excesivos de vitamina D que hacen que sea casi imposible consumir una cantidad nociva. En la revisión sobre cómo se metaboliza la vitamina E se identificaron dos sistemas principales en el hígado que controlan el nivel de vitamina E en el cuerpo y excretan las cantidades excesivas de forma regular.

Incluso los niveles muy altos que se consiguieron con la suplementación solo lograron doblar los niveles de vitamina E en el tejido, los cuales no resultan nocivos. Los investigadores comentaron que los niveles tóxicos de vitamina E en el cuerpo no se dan. No es posible que los niveles tóxicos de vitamina E se acumulen en el hígado o en otros tejidos, a pesar de la preocupación existente sobre posibles riesgos para la salud ocasionados por el alto consumo de vitamina E. Los científicos apuntaron que los estudios anteriores que habían observado consecuencias adversas derivadas de la vitamina E habían malinterpretado los datos.

Sin embargo, a las personas con problemas de sangrado, como los pacientes de hemofilia, o que toman medicamentos anticoagulantes, deberán tomar vitamina E.

Alimentos ricos en vitamina E
  • Aceites vegetales: oliva, soja maíz... 
  • Vegetales de hoja verde: brócoli, espinacas, acelgas, etc. 
  • Frutos secos 
  • Huevo 
  • Frutas pulposas: kiwi, mango, ciruelas... 
  • Cereales
Culturismototal: Eduardo Domínguez

                                                      Artículos relacionados:


Entradas que pueden interesarte: